Lo primero que hay que hacer en caso de quemadura leve, es sumergir la parte quemada debajo del agua corriente fría, hasta que el calor disminuya y deje de quemar las capas de piel.
Después cogemos dos huevos, y separamos la yema de las clara. Batimos un poco las claras y la aplicamos encima de la zona afectada por la quemadura. Podremos observar que conforme pones la capa de clara, esta se puede secar y formar una delgada capa, como una película.
No tengáis miedo en seguir aplicando capa tras capa, durante bastante tiempo, una hora o algo más. Veréis como en pocas horas remite el dolor, ya al día siguiente solo os queda una mancha rojiza.
Esto es debido a que la clara de huevo, es una placenta con alto contenido de COLAGENO natural y está llena además de vitaminas.
GOURMETS
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